VICENTE BLASCO IBÁÑEZ EN LA EDITORIAL AGUILAR

Hoy 29 de enero conmemoramos el nacimiento de uno de los más prolíficos autores españoles (Valencia, 29 de enero de 1867 – Menton, Francia, 28 de enero de 1928) cuyas obras tuvieron un sitio importante dentro de la Editorial Aguilar.

El primer contacto que Manuel Aguilar tuvo con el escritor se remonta a 1901, cuando Aguilar se traslada a Valencia para trabajar en la Editorial Sempere, que por aquellos años dirigía Blasco Ibáñez, lo cual le dio la gran oportunidad de familiarizarse con la producción del libro, desde la impresión hasta su lanzamiento, siendo una de sus funciones principales la de empaquetar los que se enviaban a Iberoamérica. Tal y como nos cuenta en sus memorias, quedó fascinado por el mundo del libro, e influencia por Blasco Ibáñez, vio claro su futuro como escritor:

La supuesta vocación de escritor provenía de aquel ejemplar de bulto y ruido, de carne y hueso, que tenía delante en mis horas de trabajo, en las de lectura y en la calle valenciana: Vicente Blasco Ibáñez. Soñaba ser un escritor a la manera de Blasco, pero sin imitarle. Despertaba en mí cierto asombro temeroso y quizá, allá en lo íntimo de la conciencia, alguna envidia que no podía ser maligna o engendrar despecho. No hubiera querido ser, como político ni como editor, a imagen de don Vicente, pero me sentía arrastrado hacia su fórmula naturalista de literato.

No fue hasta 1946 cuando aparecieron por primera vez las obras completas del autor, dentro de la colección Obras Eternas, iniciada en 1928 (con anterioridad, entre 1923 y 1934, la editorial Prometeo fue publicándolas en 40 volúmenes).

Portada correspondiente a la primera edición de las Obras Completas.

Portada correspondiente a la primera edición de las Obras Completas.

Su contenido se dividió en tres volúmenes encuadernados en plena piel de color rojo, con sus correspondientes cortes pintados alegóricos.

Cortes pintados alegóricos utilizados en la primera edición.

Cortes pintados alegóricos utilizados en la primera edición.

Sin olvidarnos tampoco de mostraros las guardas:

Guardas decoradas, con motivo costumbrista, para la primera edición.

Guardas decoradas, con motivo costumbrista, para la primera edición.

La editorial los numeró como 37, 38 y 39, siendo su contenido el siguiente:

Tomo I (1893-1906): Cuentos valencianos ; La condenada y otros cuentos ; En el país del arte ; Arroz y tartana ; Flor de Mayo ; La barraca ; Entre naranjos ; Sónnica la cortesana ; Cañas y barro ; La catedral ; El intruso ; La bodega ; La horda ; La maja desnuda.

Tomo II (1907-1922): Oriente ; Sangre y arena ; Los muertos mandan ; Luna de Benamor ; Los argonautas ; Los cuatro jinetes del Apocalipsis ; Mare Nostrum ; Los enemigos de la mujer ; El militarismo mejicano ; El préstamo de la difunta y otros cuentos ; El paraíso de las mujeres.

Tomo III (1923-1930): La tierra de todos ; La reina Califa ; Novelas de la Costa Azul ; La vuelta al mundo de un novelista ; Novelas de amor y de muerte ; El Papa del mar ; A los pies de Venus ; En busca del Gran Kan ; El caballero de la Virgen ; El fantasma de las alas de oro ; Estudios literarios.

Al igual que ocurrió con otras publicaciones, las distintas reediciones, estéticamente fueron modificándose. En el caso de Blasco Ibáñez, al piel original de color rojo paso a marrón y los cortes alegóricos dieron paso a los geométricos (años mas tarde dejaron de pintarse):

Obras completas de Vicente Blasco Ibáñez en 3 volúmenes, editados por Aguilar.

Obras completas de Vicente Blasco Ibáñez en 3 volúmenes, editados por Aguilar.

Aunque las obras del autor se llamaron Obras completas, no fue hasta 1977-78 cuando se publicaron tres volúmenes inéditos, ampliándose la serie a 6 tomos, esta vez encuadernados en símil piel con sobrecubierta:

Tomo IV: Novelas (La torre de la boatella ; Fantasías ; ¡Por la patria! ; El conde Garci-Fernández ; Hugo de Moncada ; El adiós de Schubert ; Caerse del cielo ; El novelista ; La voluntad de vivir) ; Teatro (El juez) ; Crónicas (París ; Crónicas de viaje) ; Conferencias y discursos (Conferencias de Buenos Aires ; La novela y su influencia social ; La primera de las novelas ; Valencia y lo valenciano).

Tomo V: La araña negra ; ¡Viva la república! ; La Marsellesa.

Tomo VI: Los fanáticos ; Por España y contra el rey ; Escritos varios.

Tras numerosas reediciones, con motivo del cincuentenario de la editorial, los tres volúmenes se incluyeron en la Biblioteca del Cincuentenario, encuadernándose en vitel-pergamino blanco ahuesado con adornos dorados y corte superior dorado.

Además de la ediciones de obras completas, en 1978, coincidiendo con el primer centenario de la muerte del autor, la editorial le rindió homenaje eligiendo su obra La barraca como título de su crisolín (8 x 6,5 cm), que ese año alcanzaba el número 041. En concreto se reprodujo la edición, que en gran formato, ilustró José Benlliure, en 1929.

 la barraca

7 comentarios en “VICENTE BLASCO IBÁÑEZ EN LA EDITORIAL AGUILAR

  1. Qué maravilla de edición con los cantos miniados, se vendían como churros. Hoy en día estas ediciones no se han podido superar. Eran caras pero el contenido era inmenso al contrario que hoy se editan novelas con un cuerpo 14 o 15 y llenan 500 páginas con una sóla. Todo esto me produce nostalgia de algo que pasó y tal vez nunca se repetirá.

  2. Excelente comentario y preciosa la Edicion, solo me origina una inquietud, los ultimos tres volumenes!!! quienes tenemos la Edicion en tres volumenes, la tenemos incompleta?, creo entender que si! y jamas he visto estos. Un abrazo.

  3. Hola a todos, me encanta D. Vicente Blasco Ibañez y toda su obra, ademas estos volumenes de Aguilar le añaden una parte estetica e incluso romántica.
    En relación a la pregunta de Alberto Mejía, me permito contestarle, efectivamente existen tres volumenes mas, los dos primeros del año 1977 y el tercero de 1978, no es dificil encontrarlos aquí en Madrid y a muy buen precio, eso si, no tan atractivos como los tres primeros volumenes, un saludo.

  4. Tengo los tres tomos rojos o mas bien de color amarillo viejo del gran Vicente Blasco Ibáñez, una auténtica joya bibliográfica. Sus dibujos en las guardas son fabulosos. Llevo años comprando este tipo de ediciones. Saludos desde Torreón, Coauila México. Domingo Deras Torres

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